Se han parado todos los relojes.

¡¡¡¡Holaaa, mis pequeños sonrientes, la sección de los poemas míos hoy comienza, espero con todo mi corazón y alma qué os gusten todos los poemas qué escribiré (cuando este muy inspirada xd) aquí, para qué veáis también mi lado poeta de este blog.
 ¡DISFRUTAR DE MÍ!
Este poema se titula, "se han parado todos los relojes", lo `pone arriba, pero yo igualmente lo escribo y ya está.


Sentía qué la brisa era el puñetazo del aire,
qué tú te escondías entre mis piernas sin llegar a encontrarme,
estabas perdido y no supiste enmascarar al silencio
de mis agonizantes silencios.
Llegaba la madrugada de un día de estos,
y me temblaban los versos con tan sólo oír los te quiero
de cada risa de tus labios rotos de silencio.
Le doy protagonismo a mis huesos estampados en tu piel
aun siendo esa reina sin corona de la qué tanto escribo a escondidas
de mis tintas de escritora,
he gritado en silencios, varios,
y aùn no sé donde coño estás,
me asfixian las despedidas cómo la tuya por ejemplo,
la de tus pasos alejándose de mis besos.
No hay relojes en los poros de mi piel,
se han esparcido por el aire de tu puta sonrisa,
eras demasiado sueño para tanta almohada,
eso era un privilegio,
créeme,
no estoy de acuerdo de qué sigas doliéndome aún.
Llegaban las manecillas de un reloj de una muñeca cualquiera
y te secuestraba las horas sin apenas avisarme de qué tu tiempo
no concordaba con el mío.
Debería romper el grito qué ahogue en aquel ridículo corazón bañado en latidos sin ruidos sonoros en mi pecho.
Sin pensarlo dos veces estropee el tiempo, las horas y las manecillas del reloj para qué puedas ser libre,
con el café en tus risas y un beso a media luna.
Siento decirte, cariño qué el tiempo no existe,
se han parado todos los relojes qué existen y podrían hacerlo.
Ya no hay tiempos qué te atrapen.
Simplemente fuimos manecillas del tiempo,
qué nos hacia temblar de vida entre nuestras risas.




¡Hasta la próxima entrada, poética tal vez!